viernes, 2 de marzo de 2007



Registrar, tomar los signos y guardarlos en el centro del pecho, corazón, besos, alma y poema. La boca toda en beso, saber sabor y tú, ojos y piel, ojos bellos, sonrisa y labios dulces.
Como agua; adentro y profundo, quieto y en movimiento, agua, gotas de ti que caen en mi espalda.

Difuso y latente, sobrio y preciso, hombre, hombre de sueños, viajero de otros lugares remotos, regalando historias y saberes.

Promesas, promesas de piel, de simple piel ante el miedo, el miedo lágrima, el miedo niña, el temor de perderse y caer y una mano, una mano extendida abierta, para tomar y caminar…

Quedarme, solo un momento quedarme ahí, dejarme caer en tu abrazo, dejarme llevar por los signos que convocas desde tu piel y tus manos, dejarme en el abandono de no reconocerme, mirarme gozosa y en contento, amigada con esa hembra que siente; la que revelas y descubres. Perderme en tus ojos que parecen decir verdades, pretender que esto es real, una isla en medio de la nada cotidiana. Sentir amor, deseo, dulzura y pasión, dejarme llevar, sólo eso cerrar los ojos y caer sin querer…

1 comentario:

Francisca Westphal dijo...

que maravilla sentir esas sensaciones... placer, liberarse, entrega, tirarse y caer... precioso!