Una voz que no eres tú. Que suena con sonido áspero, desgastado; como acumulación de cigarros consumidos entre los pliegues de la garganta. Una voz que susurra profundo, y dice cosas que no comprendes, una voz de muchos años que se va perdiendo a ratos, confundida entre otras voces que te hablan. Una voz que escuchas entre sueños y que te va murmurando cosas que prefieres no oír.
Una voz que de oscura pasa a neblinosa, enceguecida por cada vez que la soñaste como llamado. Una voz que no existe en este ahora, pero que persiste y va quedando en el resuello constante y taciturno de la noche media. Una voz que huele a cierre, a desfase, a requiebre temporal, a espacios lejanos y tiempos perversos.
Una voz que cual grillo de los cuentos, te va repitiendo una y otra vez las plegarias del desarraigo, una voz que se te ha ido quedando junto a todas las otras voces que no tienes que escuchar.
4 comentarios:
una voz que pareciera no te deja en paz! besotes
Ahhhhhhhh, que descanso.
Gracias por visitar mi casa y dejar tus comentarios. Volveré. Abrazos.
PD Nuestro espacio es único. Vale.
voces que obligan a mirarse al espejo
beso
petra
Publicar un comentario