Necesito esta noche, para que el sueño venga y te traiga.
Necesito quedarme en ella y posponer la espera inútil del amanecer que no tengo.
Necesito dejarme la oscuridad y el frío para recuperar la calidez del futuro que no existe.
Necesito cobijarme en esta noche, y seguir perdida, no sabida, ignorada.
Necesito la seguridad de saber que no sé nada, que mis intentos no son más que botellas que se lanzan a un mar que no acabará nunca y que traerá de vuelta los mensajes enviados cuando baje la marea, cuando los pájaros abandonen el árbol, cuando las niñas sigan jugando y los viejos encuentren sentido a sus muertes.