Morir desde los bordes, el mundo afuera deshaciéndose, la precariedad izando bandera, lo tangible tentando a quedarse, pero inútil; por olvidado, de tan abandonado en un rincón de los sucesos de la piel.
Cuando llegó a mí ya estaba muerto.
Había sido abandonado por el aliento vital en que se sostiene la vida.
Quedaba en él algo parecido a la porfía que le permitía moverse.
No quedaba mucho. La sonrisa como una mueca y todo en él era como si, como sicaminara, como si comiera, como si cogiera, pero ya había perdido, estaba abandonado a esa no existencia, pero yo quise quedarme y mirar, ver como eran sus pasos antes de que viniera la barca. Y me quedé a ver aunque la suya no era mi muerte, y él sería el único pasajero aceptado para ese viaje.
No podía ser de otra manera, no era en mi memoria que resucitaría, no me correspondía
a mí tejer su sudario, ni ser la que le llorase. Por esa vez sólo fui testigo, pero le di su último beso.
10 comentarios:
El misterio de la muerte enmarcado en un bello texto. Abrazos.
uy qué bonito, qué importantes son los besos. el primero, el último y todos los de entremedio.
Sentirse extranjero en su propio cadaver, una lengua muerta que revolotéa palabras apagadas, una boca suicida que te deja un beso,frío, azul.
Alejandro Sinsentido.
Hay veces en que una no tiene nada que hacerle nomás! Lo difícil es darse cuenta de eso y no caer en la misión sin fin de cambiar las cosas.
"... no era en mi memoría que resucitaría..." esa parte fue la que más me gustó.
Se me olvidó poner que me encantó la foto que pusiste del caracol.
Notable.
Cuando leo cosas como éstas es cuando extraño cierto aroma a opio...
bellísimo en su profundidad.
Un abrazo grande mi negri y feliz 18 tikitikitiii.
Lo mío también estaba destinado a la muerte, inevitablemente el descuido mata
Me levante de mi tumba sólo para visitarte, no estás, que hacer?.
"Y poner mi oído en tu sexo para como en una caracola escuchar el sonido de
tu mar, de tu oleaje"
Alejandro Repetidoscuro.
Agradezca que pudo darle el último beso. A veces ni eso podemos hacer.
28.9
Que pasa niña, donde andas?.
Alejandro Diaoscuro
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